sábado, 7 de abril de 2007

GVY: Moksada Ekadasi

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MOKSADA EKADASI



Maharaja Yudhisthira dijo: Oh, Visnu!, maestro de todo; Oh, delicia de los tres mundos; Oh, Señor del Universo; Oh, Creador del Mundo; Oh, el más antiguo de todos los seres; Oh, el mejor de todos los seres; Yo ofresco mis más respetuosas reverencias hacia tí.

Oh, Señor de Señores para beneficio de todas las entidades vivientes, bondadosamente respóndeme algunas preguntas que Yo tengo. Cuál es el nombre del Ekadasi que ocurrió durante la brillante quincena del mes de Margasirsa y remueve todos los pecados?. Cómo uno puede observar esto apropiadamente? y Cuál es la deidad para adorar en este Santo Día?. Oh, Señor!, por favor totalmente explícame esto.

Señor Sri KRSNA dijo: Oh, Yudhisthira!, tú pregunta es muy auspiciosa y te traerá fama. Justamente como Yo previamente explique esto a tí el Utpanna Maha-duasi que ocurrió durante la oscura parte del mes de Margasirsa, que es el día en que Ekadasi-devi aparece de mi cuerpo para matar al demonio Mura y para beneficio de cada cosa animada e inanimada en los tres mundos, así Yo debería explicarte el Ekadasi que ocurrió durante el mes de Margasirsa.

Esta Ekadasi es famoso como Moksada porque esto purifica al devoto de todo pecado y la confiere la liberación. La Deidad adorable para ese día es el Señor Damodara, con toda atención uno debería adorarlo con incienso, lámpara de Ghee, flores y Tulasi manjaris.

Oh, mejor de los Reyes!, por favor escucha como Yo te narro la antigua y auspiciosa historia del Ekadasi. Simplemente por escuhar esta historia uno puede ganar el mérito ganado por ejecutar un sacrificio de caballo. Por la influencia de este mérito el abuelo, padres, hijos y otros parientes quienes han ido al infierno, pueden ir al cielo. Por esta sola razón, Oh, Rey!, Tú podrías escuchar cuidadosamente esta narración.

Había una vez una hermosa ciudad llamada Campaka-nagara, que estaba decorada con devotos Vaisnavas. El mejor de los Reyes santos, Maharaja Vaikhanasa, regia sus súbditos como si ellos fueran sus porpios hijos e hijas. Los Brahamanas en esa capital estaban todos expertos en las cuatro clases de Conocimiento Védico.

El Rey tuvo un sueño una noche, en el cual su padre estaba sufriendo las angustiosas torturas en el planeta del infierno. El Rey estaba abrumado de compasión y lágrimas.

A la próxima mañana, Maharja Vaikhanasa, describió su sueño a su concejo de Brahmanas. El Rey dijo: Oh, Brahmanas!, en un sueño, la última noche, Yo vi a mi padre sufriendo en un planeta infernal, él estaba llorando. Oh, hijo!, por favor protéjeme de esta tormenta del infierno. Ahora Yo no tengo paz y ni siquiera este maravilloso reino se ha vuelto tolerante para mí. Ni siquiera mis caballos, elefantes, carrosas, me dan satisfacción y mi vasto tesoro no me da placer.

Oh, Brahmana!, dónde puedo Yo ir, y qué puedo hacer para aliviar esta miseria?. Mi cuerpo es quemado con pena y dolor. Por favor dime qué clase de caridad, qué modo de ayuno, qué austeridad o qué clase de meditación, podría Yo ejecutar para liberar a mi padre de su agonía y conferir liberación incluso a mis abuelos ?. Oh, mejor de los Brahmanas!, cuál es la existencia de un poderoso hijo si el padre sufre sobre un planta infernal?. La vida así es completamente inútil.

Los brahmanas nacidos por segunda vez dijeron: Oh, Rey!, en la montaña de nuestro bosque, no lejos de aquí, está el asrama donde el gran Santo Parvata Muni reside. Por favor anda a él, porque él conoce el pasado, presente y futuro de cada cosa y puede seguramente ayudarte en tu miseria.

Después de escuchar el aviso, el Rey inmediatamente salio para el asrama del famoso sabio Parvata Muni. El asrama estaba muy grande y muchos sabios expertos en cantar los sagrados himnos de los cuatro Vedas estaban presentes. Acercándose al Santo Asrama, el Rey observó a Parvata Muni sentado. Alrededor de él estaban los sabios entre ellos Brahma, el creador sin nacimiento.

Maharaja Vaikhanasa ofreció sus humildes obedencias al Muni, agachando su cabeza y entonces postrando su cuerpo entero. Después el Rey se había sentado, y el mismo Parvata Muni le preguntó acerca de los siete limbos de su extendido reino. El Muni le preguntó si su reino estaba libre de problemas y si cada uno estaba pacífico y feliz.

A las preguntas, el Rey respondió: por su merced, Oh, glorioso sabio!, todos los siete limbos de mi reino están muy bien. Aún hay un problema que recientemente a aparecido y para resolverlo Yo he venido a tí. Oh, Brahmana!, por vuestra experta dirección.

Entonces Parvata Muni, el mejor de todos los sabios cerro sus ojos y meditó en el pasado, presente y futuro del Rey. Después de unos pocos momentos abrió sus ojos y dijo:

" Tu padre está sufriendo de resultados de cometer un gran pecado y Yo he descubierto cual es. En su vida previa él reñia con su esposa cuando él disfrutaba su sexualidad durante su periodo menstrual. Ella trato de resistir su venida y gritaba: alguien por favor sálveme, por favor, Oh esposo, no interrumpas mi periodo menstrual. Aún así no la dejaba sola. Esto es un grave pecado que tú padre ha caído a la condición infernal ".

El Rey Vaikanasa entonces dijo: Oh, Gran Sabio!, por qué proceso de ayuno o caridad podría Yo liberar a mi padre de tal condición?. Por favor dime cómo Yo puedo remover sus reacciones pecadoras?.

Parvata Muni replicó: " Durante la brillante quincena del mes de Margasirsa alla ocurió un Ekadasi llamado Moksada. Si tú observas este sagrado Ekadasi llamado Moksada estrictamente con ayuno completo y dar directamente a tu padre el mérito que tú obtengas, él sería liberado de su pena e instantaneamente liberado ".

Escuchando eso, Maharaja Vaikhanasa profundamente agradecido con el gran sabio, retorno a su palacio.

Oh, Yudhisthira, cuando la brillante quincena del mes de Margasirsa llegó, Maharaja Vaikhanasa fielmente y perfectamente observó el Ekadasi con su esposa, hijos y otros parientes. El fielmente le dió el mérito de su ayuno a su padre y le hizo ofrecimiento con flores. El padre del Rey estaba entonces celebrando, festejado por los mensajeros de los semidioses y yendo a las regiones celestiales. Entonces el Padre le dijo al Rey: Mi querido hijo, todo lo auspicioso sea para tí. Como último el alcanzó el Reino Celestial.

Oh, hijo de Pandu!, quien quiera que estrictamente observa el sagrado Moksada Ekadasi, siguiendo las reglas y regulaciones, alcanzan la total y perfecta liberación después de la muerte. No hay mejor ayuno que este día.

Quien quiera fielmente observar este Ekadasi, es igual que el Eintamana Luna Gema, que confiere todos los deseos obteniendo especial mérito que es muy dificil de calcular. Por este día puede elevar a uno a los planetas celetiales y después la perfecta liberación.

De ese modo termina la narración de las glorias de Margasirsa Ekadasi o Moksada Ekadasi de Brahmananda Purana.









































NOTAS



1.- Cuando Ekadasi cae en Dvadasi, los devotos aún lo llaman Ekadasi.

2.- Los cuatro vedas son: Sama, Yajur, Rg. y Atharva.

3.- Los siete limbos del dominio del Rey son: el mismo Rey, sus ministros, sus tesoros, su fuerza militar, sus aliados, los brahmanas, los sacrificios ejecutados en su reino y las necesidades de sus súbditos.

4.- Si una persona observa un ayuno en Ekadasi por la muerte de un pariente que está sufriendo en el infierno, entonces el mérito de ese modo ganado es dejar el infierno y entrar al Reino Celestial, donde él puede practicar Servicio Devocional a KRSNA, a Visnu y regresar a Dios. Pero uno quien observa Ekadasi por su propia elevación Espiritual regresa a Dios mismo, nunca vuelve al mundo material.

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